C A P I L L A


T E Z O A T L A N S E G U R A Y L U NA 2 0 0 0


Una gran cruz dorada en el fondo del templo del Señor de la Capilla de Tezoatlán reina con contundente presencia en el espacio. Se aprecia el mosaico de matices áureos, que reflejan y consagran la luz del Sol desde el altar; los pequeños rombos que conforman el Retablo semejan escamas de un pez dorado que dan la impresión de moverse, estremecidas por la luz que las atraviesa desde la puerta abierta al Poniente. Los tonos de la lámina de oro vibran y parecen bailar en medio del silencio.

La composición se complementa con un marco rojo, intervenido por el artista José Luis Gracía, en el que están representadas escenas alusivas a los milagros concedidos por la imagen. Los cuerpos se agrupan en una procesión animada alrededor de la cruz, con trazos francos y concentrados. La base del altar es de piedra cantera de la región y tiene una sola pieza de madera de sabino como sobremesa. El pie donde se asienta la cruz también está trabajado con la madera de árboles antiguos y fuertes, que guardan la historia del pueblo en su textura.

El Retablo, que pareciera estar conformado por fragmentos de la misma luz que atardece en lo alto del cerro, domina el lugar con una serena y firme consigna: la contemplación humilde y extasiada del “instante eterno”.