O B S E R V A T O R I O


D E U N I V E R S I D A D L A S A L L E 2 0 0 5 - 2 0 0 7


En el espacio lateral de los Talleres de Ingeniería y Arquitectura se construyó un pequeño observatorio astronómico, recordando las enseñanzas de nuestros abuelos mesoamericanos, particularmente de los mixtecos.

Antiguamente no se tenían calendarios como los que nosotros ahora conocemos, pero los hombres estaban conectados con los ciclos del cielo y la tierra y como tal tenían la referencia cotidiana de sus viajes.  En la época prehispánica hacían agujeros en la tierra y hacían una especie de cámara oscura: a través de un pequeño hueco hacían el registro de los movimientos de las estrellas, el Sol y la Luna, para saber cuándo era propicio sembrar, cosechar, y todos los rituales que correspondían a cada día del año.

Esto inspiró la idea de hacer observatorio para los jóvenes. Desde el punto de vista tanto técnico como poético, la construcción representa el encuentro de dos volúmenes, uno de ladrillo blanco y otro de ladrillo rojo, que están en el mismo espacio. Y adentro encontramos ése espacio oscuro donde convergen la luz y la sombra. A través de un pequeño agujero en la parte superior la imagen se invierte y se proyecta y se mantiene el registro cotidiano de la luz. Desde un hoyito pasa la luz y viaja hacia todos los sentidos. Se convierte en un ojo que contiene el mundo.